25 de septiembre de 2011

El misterio del águila sobre la Catedral

Un hecho curioso para Gualberto Reynal (autor del libro “La historia oculta de la ciudad de La Plata”) sucedió en 1992. Él mismo relata en el capítulo XIV “Extraños y luctuosos sucesos” lo ocurrido, lo cual transcribo a continuación:

Mi primera disertación pública sobra la historia oculta, la pronuncié el 22/5/1992 […]. Preste atención a lo que sucedió con posteridad a esa fecha. Un sombrío, nefasto personaje vino a La Plata y trajo… ¡la muerte!

En efecto, el 4/6/1992 (pocos días después de mi charla), el Diario “El Día” anuncia la llegada de un águila mora, que se instaló en “las alturas de la Igle
sia Catedral…”, dice “…que un águila mora ha vuelto a afincarse en los altos de la Iglesia Catedral y se alimenta de las palomas que caza”. El 17 del mismo mes y año, el matutino ya citado, sigue insistiendo en la misma sección: “disparen contra el águila” y alude a la presencia “de un joven, munido de una carabina telescópica infrarroja para caza nocturna” con la intención de “abatir al águila”.

¿Por qué tanta insistencia periodística? ¿Qué presagiaba? ¿Qué cosa grave estaba pasando para que un ave ocupara reiteradamente la atención de la prensa? ¿Por qué alguien quería exterminar al águila? ¿Estamos ante otra historia oculta?

Si, amigo lector, algo gravísimo estaba sucediendo. Pero antes de develar el secreto, de decirle la cruda verdad, lo voy a distraer ligeramente, pero siga prestando atención, porque todo está relacionado…

Aparte de decirlo
ese matutino, todos sabemos que las águilas se alimentan de “…cuises… vizcachas… palomas”, como lo avala el profuso informe técnico del Dr. Juan O. Marinelli, jefe del Dto. Técnico del Jardín Zoológico de La Plata, refrendado por el Sr. Director de ese organismo, Dn. Juan Manuel Pascuali, que con suma eficiencia y celeridad respondieron a mi consulta por escrito, el 2/9/1992, que guardo en mis carpetas. ¿Esa águila se había escapado del Jardín Zoológico? No, en ese mismo informe precedentemente citado, el Sr. Director me contesta negativamente.

Vayamos a la
simbología: ¿Qué representa la paloma? En su diccionario de símbolos, dicen Chevalier-Gheerban: “…es el símbolo del Espíritu Santo… es el Espíritu de Dios aleteando sobre la superficie… portadora de la rama de olivo y por consiguiente, de paz y armonía”. En su diccionario, J. A. Pérez Rioja nos asevera: “En la Sagrada Escritura, la paloma significa la inocencia…”.

¿A alguien le
caben dudas sobre el simbolismo de las palomas? ¿Y qué simboliza el águila? Nos sigue contestando Chevalier-Gheerban: “El símbolismo del águila entraña… un aspecto maléfico… la reversión del símbolo de Cristo, hace de ella la imagen del Anti Cristo…”.

¡Señoras y señores, más claro no puede estar! ¡El águila es la imagen del Anticristo y la paloma el símbolo de la paz! ¿Y adónde vino la imagen del Anticristo? ¡A la ciudad que tiene el número 666 en sus bordes y en el interior!

A esta altura caben un sinnúmero de interrogantes, con múltiples y variadas respuestas. Veamos algunas: ¿El águila “vino” exactamente doce días después de mi disertación pública? ¿Antes no? ¿Dos meses después, tampoco? ¿Es común en esta zona la aparición de águilas? ¿Tiene fechas o períodos determinados para “venir”? Algunos sectores de opinión, entre ellos cristianos, creen que esa ave no “vino” sola: Alguien la trajo. Alguien la fue a buscar a zonas montañosas y la trajo como un “raro” regalo a los platenses. ¿Quién es ese alguien?

El citado informe del Jardín Zoológico, dice: “Distribución geográfica:… ocasionalmente se puede observar a estas aves (águilas) en la Pcia. de Buenos Aires…” Ocasionalmente. Es decir, que el águila no encontró mejor ocasión para venir que, tras mi charla. Desde su hábitat ¿No halló en su camino alguna sierra, algún edificio que no fuera la Iglesia Catedral de La Plata? Su destino, su meta, ¿Era esta ciudad? ¿Por qué?

Finalmente, el ave en cuestión desapareció como desaparecen tantas cosas en esta ciudad, se estima que fue matada, por las razones que voy a dar a continuación y que están relacionadas con ese secreto tan impactante que les prometí.

Ahora viene lo grave, lo tétrico, lo luctuoso, lo mortífero de la aparición “ocasional” del águila, la materialización de ese símbolo maléfico, cruel, perverso… ¡El Anti-Cristo!

Lo que leerá a continuación puede hacerle helar la sangre, causar estupor, hará recapacitar a más de uno; esto no es casual: ¿Dónde se posó el águila? En las alturas de la Iglesia Catedral. Y desde ese momento que llegó el águila a esta ciudad los primeros días de junio/92, ¿Qué pasó en las congregaciones católicas platenses?. Lea atentamente lo que escribo, que puede ser corroborado acudiendo a los medios del periodismo escrito de La Plata:

Día 26 de junio/92, (23 días después de llegada el águila), fallece Monseñor Roberto P. Lodigiani, Protonotario Apostólico.
Día 30 de junio/92, (4 días después), muere el padre Pascual Ruberto.
Día 5/7/92: Muere el sacerdote Juan Dionisio Monteverde.
Día 12 de julio/92: fallece el padre Miguel Verd Veny.
Día 3 de agosto/92: Muere la Hermana Robustiana Abedat.
Día 8 de agosto/92: expira el sacerdote José Gereis.

En 44 días mueren 6 religiosos, casi a un promedio de uno por semana. El águila estuvo merodeando la Iglesia Catedral, hasta los primeros días des septiembre/92, según la crónica periodística del 15/9/1992, en “El Día”. Durante su permanencia, 6 muertes significativas; se fue o desapareció esa ave, no hubo más muertes. Está todo dicho.

Fotos:

1. Gualberto Reynal.
2. Catedral de La Plata.
3. Águila mora.

14 de septiembre de 2011

La masonería en la ciudad de La Plata

Después del recorrido del pasado domingo por las bóvedas masónicas del cementerio, me pareció interesante incluir en una entrada algunos textos sobre la influencia de la masonería en la ciudad, para complementar varias de las publicaciones del blog que hacen referencia a este tema:


También aprovecho para mencionar algunos símbolos pertenecientes a la masonería que pueden verse en diversos edificios de La Plata.

Uno de ellos es la antorcha, presente en varios edificios públicos como en el hall de entrada a la Casa de Gobierno. Se la identifica con el sol y con el fuego y constituye para la masonería el símbolo de la purificación por iluminación. Presente en los rituales de iniciación, representa la purificación complementaria al agua


Otro símbolo son los
corazones, que pueden verse por ejemplo en la esquina de 13 y 42. Para varias culturas, en el esquema vertical del cuerpo humano, tres son los puntos principales: el cerebro, el corazón y el sexo, pero el segundo es el central. Para los egipcios en el corazón se situaba la conciencia moral y era pesado en el juicio las almas. Según los alquimistas el corazón es la imagen del sol en el hombre, así como el oro lo es en la tierra. Con el cristianismo, el corazón representó el amor como centro de iluminación y revelación de la palabra divina por eso aparece rematada por llamas o por una cruz. La masonería asume todos estos significados y lo convierte en símbolo de varios grados de la orden.


Otros símbolos pueden verse en los alrededores de Plaza Alsina, por ejemplo unas alas en la parte superior de una casa, o una serie de símbolos presentes en la parte superior de las aberturas de otra casa en 2 y 37.



Incluso el mural que puede verse en el edificio de Telefónica (47 entre 8 y 9) tiene símbolos masónicos, según Gualberto Reynal. El autor lo analiza de la siguiente manera:
a) A la izquierda arriba, está el sol, superpuestos a distintos triángulos (el plano platense tiene infinidad de ellos); el sol es la luz que viene de oriente, el hombre, la vida.
b) Arriba a la derecha, está la luna sobre un juego de circunferencias separadas (el mundo de la sapiencia y el mundo de la ignorancia); la luna es la mujer, es el poniente.
c) En el centro del mural, vemos dos medias circunferencias también separadas (se hacen con compás, símbolo elemental) y a la izquierda, tiene la imagen de tres hombres iguales (la igualdad) entre sí, que se denominan: los "hermanos tres puntos"; obsérvese que el "hermano" de la izquierda tiene en su mano derecha el compás; el "hermano" del medio, tiene en su mano derecha la escuadra, otro símbolo vital de esa creencia; el último "hermano" tiene en su brazo derecho, el libro cerrado donde están los sagrados misterios, que no se revelan a cualquiera. El fondo de esa semi-circunferencia es celeste (color divino). En la semi-circunferencia de la derecha, están las figuras que representan radares y satélites, es decir, el fruto de la moderna inteligencia en materia de comunicaciones; es decir, es lo único que tiene alusión al edificio allí instalado. En la parte inferior de ambas circunferencias, un triangulo blanco (la luz), otro negro (la ignorancia) y otro gris (la inteligencia). Abajo, a la derecha, la representación de la familia: el hombre, su mujer y su hijo en brazos.


Otras entradas de interés:
* ¿Qué es la masonería?
* El símbolo oculto en el plano de la ciudad
* La divina proporción
* La diagonal de la vida
* El temido número 13
* Otro símbolo oculto: El árbol de la vida
* El Ojo de la providencia
* Un nuevo símbolo: El pelícano
* Simbología masónica en el cementerio de La Plata
* Los símbolos masónicos que desaparecieron de la Legislatura

4 de septiembre de 2011

El mito de la Facultad de Humanidades

Quienes alguna vez visitaron el edificio de la Facultad de Humanidades de La Plata, habrán visto el estilo de la construcción y oído los mitos que se le atribuyen.

Se dice que este
edificio (construido durante la dictadura militar, a fines de 1968) fue diseñado utilizando planos de una cárcel francesa, por lo cual el edificio está diseñado para prevenir motines y de forma tal que una persona ubicada en un lugar alto en un extremo de los pasillos, puede controlar lo que sucede en todas las aulas.

Ante este mito, el arquitecto Fernando Gandolfi afirma “No es más que una de las tantas leyendas que circulan por la ciudad. La historia circula hasta el día de hoy por la sencilla razón que el edificio tiene una arquitectura bastante opresiva, comparable con la de una cárcel. Además, el mito crece por la forma y la época en la que el edificio fue levantado”.

Una opinión parecida es la del arquitecto Rubén Pesci, de la Fundación CEPA (Centro de Estudios y Proyectación del Ambiente): “Es un disparate pensar que la facultad de Humanidades sigue los lineamientos de una cárcel rusa o francesa, como se dice por ahí. Es una construcción típica del racionalismo internacional, tal vez en su variante más brutalista; con mucho hormigón y respetando la idea de los grandes monoblocks. Pero de ninguna manera comparable con una cárcel antimotines”. Pesci también comenta que este edificio “puede llegar a tener similitudes con algunos proyectos carcelarios, pero de ahí a decir que para su construcción se tomaron los planos de una cárcel, hay mucha, pero mucha diferencia”.



Fotos:
1. Edificio de la Facultad de Humanidades.

Fuente:
“La cárcel imposible”, diario El Día, 7/10/2001
“Mitos platenses”, Roberto Abrodos