28 de agosto de 2011

Símbolos en los edificios públicos de La Plata

Ahora que terminaron los trabajos de restauración sobre la fachada del Banco Hipotecario de 7 y 49, pueden verse muchos de los símbolos que presenta esa esquina, como también en otros edificios de la ciudad.


El tema de los símbolos ya fue tratado muchas veces en el blog y hay diversas opiniones. Por ejemplo, Gualberto Reynal (autor del libro “La historia oculta de la ciudad de La Plata”) nos da su visión sobre este tema. El autor habla de “imágenes demoníacas, monstruos y figuras representativas del mal”, centrando su atención en la imagen de una Medusa en el Pasaje Dardo Rocha, sobre avenida 7. Afirma que este personaje mitológico no es “para nada benigno y si maléfico, impío, horrorífico”.




También le llaman la atención el resto de los símbolos que rodean a este edificio frente a plaza San Martín, como por ejemplo dos serpientes que se enroscan y giran en sentido contrario a las agujas del reloj. Estos animales pueden verse en los frisos del Ministerio de Economía, y para Reynal están “en evidente posición de ataque” y “en agresiva actitud”. Al buscar su significado, el autor afirma que la serpiente como “destructora representa naturalmente la muerte” […] “mientras que en Occidente se suele identificar a la serpiente con el mal y el demonio” […] “la serpiente maligna es Satanás.


Fotos:
1. Relieves en en Pasaje Dardo Rocha.
2. Egida en el Pasaje Dardo Rocha, sobre avenida 7.
3. Símbolos en el Ministerio de Economía.
4. Símbolos en el estrado de la Legislatura.

Fuentes:
“La historia oculta de la ciudad de La Plata”, Gualberto Reynal

14 de agosto de 2011

El ataque a la Catedral de La Plata

En el año 1999 se finalizaron las obras en la catedral de La Plata, en las cuales finalizar la construcción de las dos torres del templo se colocaron pináculos, adornos arquitectónicos como las gárgolas y figuras religiosas que ahora pueden verse en el exterior.

También se hicieron trabajos de mantenimiento y reparación; entre ellos el de la cruz mayor de la catedral. Pero hubo algo que asombró a quienes realizaron esta labor y también al resto de las personas que se enteraron de lo ocurrido. ¡Y es que esta cruz había sido baleada!.

En el libro “La historia oculta de la ciudad de La Plata”, Gualberto Reynal dedica un capítulo a este hecho. En él afirma que la cruz presentaba 10 impactos de bala de diverso calibre (aunque en las fotos que adjunto puede verse que son muchos más).

Según apreciaciones del autor, los disparos se habrían efectuado desde “un punto cercano a la avenida 51 y calle 12, descartándose (por la inclinación de las balas incrustadas en la cruz), que fueran disparadas desde la misma Plaza Moreno. Quedaba entonces una hipótesis: el edificio torre de gobierno, en 12 y 51, donde hoy funcionan dependencias oficiales. En la suposición, se considera o que se usaron los pisos más altos de ese edificio o bien desde la terraza del mismo; que se habrían usado armas con miras telescópicas de uso nocturno y alta precisión.


Fotos:
1. Frente de la Catedral de La Plata, con la cruz mayor en la parte superior.
2. y 3. Fotos de la cruz con los impactos de bala en la cubierta de cobre (click en la foto para verla en detalle).

Fuentes:
1. Museo de la Catedral de La Plata.
2. “La historia oculta de la ciudad de La Plata”, Gualberto Reynal

7 de agosto de 2011

Ciudad de milagros

En el año 2005 fue beatificada por el papa Juan Pablo II una religiosa argentina que vivió gran parte de su vida en la ciudad de La Plata: Sor María Ludovica. A ella se le atribuyen varios milagros ocurridos en nuestra ciudad, incluso después de su muerte:



Nuestro bebé de cuatro meses estaba en compañía de su hermanita de seis años. Nos avisa que el bebé estaba en la pileta, lo encontramos con mi esposo flotando, morado, hinchado. Lo saqué de la pileta, lo acosté en el césped, le apreté con fuerza los pulmones y el agua salió a borbotones. ¡Está muerto!, grité. Seguí haciendo la misma práctica, respiración boca a boca, pero no reaccionaba. En viaje al Hospital de Pilar lo iba reanimando. De ahí fue trasladado al Hospital de Niños de La Plata. El bebé llegó inconsciente, le colocaron respirador artificial, monitores, canalización, estaba sin vida.

En el hospital lo bautizaron y el sacerdote lo encomendó a la Sierva de Dios Ludovica. Rezamos continuamente a ella y cuando lo hacía se me llenaban los ojos de lágrimas: la imaginaba junto a la cama de mi hijito, con dulzura y cariño, y vi cómo se recuperaba cada vez que la invocaba, hasta llegar a su curación completa, sin secuelas neurológicas”.



En diciembre de 1988 fue internado en el H
ospital de Niños de La Plata el pequeño Lucio, de seis meses de edad. Su mamá lo acompañaba con mucha preocupación porque el pequeño se negaba a alimentarse y debían hacerlo por medio de sondas.

El 28, comenzó a invocar la intercesión de la Superiora Ludovica. C
uando le trajeron el biberón, la mamá mirando la estampa de Sor Ludovica dijo: Haz que se produzca este milagro, ya no quiero ver a mi hijo con sondas y que lo pinchen en todo el cuerpo para ponerle el suero.

Seguidamente le acercó a la boca el biberón y el niño come
nzó a tomar con ganas. Fue tan grande la alegría de su madre que comenzó a reír y llorar. Luego continuó alimentándose normalmente, suspendiendo la medicación. Ya curado, regresó a Mendoza, su ciudad”.



Fernanda fue internada en estado grave en el Hospital Sor María Ludovica. Los médicos diagnosticaron varicela hemorrágica con gran disminución de plaquetas y anemia.

Al día siguiente dijeron que no pasaría la noche. A la tarde, la religiosa de la s
ala junto con el papá rezaron la oración para obtener por intercesión de Sor María Ludovica la gracia de la curación de esta niña. La mamá también rezaba en el hall del hospital ante la estatua que recuerda la memoria de la Superiora Ludovica.

La niña recobró totalmente su salud. La mamá concluye su testimonio escrito diciendo: Tengo fe de que la Sierva de Dios intercedió en nuestro favor”.



El 21 de j
ulio de 1985, Juan José, que acababa de cumplir seis meses, se enfermó. La fiebre alta, el llanto intenso y sus movimientos hacían intuir que tenía mucho dolor de cabeza.

El día 25 fue internado en el Hospital de Florencio Varela, y el 27, ante la imposibilidad de curarlo, los médicos lo derivaron al Hospi
tal de Niños Sor María Ludovica de La Plata. Fue internado en terapia intensiva de lactantes. Los médicos diagnosticaron una meningoencefalitis, diciendo que su estado era gravísimo, ya que el mal llevaba varios días de evolución. No daban esperanzas y aseguraban que, si se salvaba, quedaría con grandes secuelas neurológicas.

Los padres
encomendaron la curación de Juan José a la Superiora Ludovica, rezando todos los días la oración para obtener gracias por su intercesión.

A fines de septiembre, el niño fue dado de alta y se recuperó completamente, sin secuelas”.



Otro de los milagros ocurrió en el cementerio de La Plata, más precisamente en la bóveda de Sor María Ludovica. Allí fue llevada por sus padres la niña Antonella Cristelli, quien nació en 1988 con una patología congénita conocida como espina bífida con las vías urinarias, vejiga y un riñón severamente deteriorados y los miembros inferiores inmovilizados. Luego de esto Antonella se curó totalmente, y este milagro reconocido por el Papa ayudó a la beatificación de la religiosa.




También realizó
un milagro en La Plata la Santa Madre María Josefa Rossello, en el año 1911.

Sentí una mano que
recorría mi cuerpo y, a medida que pasaba, los dolores desaparecían”. Así describió Sor María del Espíritu Santo su recuperación de una severa tuberculosis que durante meses la tuvo postrada en una cama, al borde de la muerte. La hermana del Espíritu Santo, maestra de cuarto grado del Colegio Nuestra Señora de la Misericordia (44 entre 3 y 4), de 30 años, había contraído -en 1907- tuberculosis. La enfermedad, según los estudios médicos, era irreversible.

Las hermanas de la Misericordia decidieron realizar una N
ovena (nueve días de rezo a un Santo) a Rossello.

El 1º de julio, a las 21, Sor del Espíritu Santo se encontraba acompañada de la hermana superiora (Carmen Doile) y su madre biológica, mientras que las demás monjas cenaban en otro sitio de la institución. En ese momento, Doile observó que algo extraño pasaba en el rostro de la maestra enferma, hecho que la llevó a pensar en la muerte y dio aviso a las demás religiosas para que se acercaran a orar.

Las monjas se pusiero
n de rodillas para rezar, pero en ese momento Sor del Espíritu Santo se sentó en la cama, tiró la venda que le cubría la frente y dijo: “Ya estoy bien, no me duele nada, estoy sana”. La situación dejó inmóviles a las hermanas y ante la insistencia de la maestra enferma con su repentina sanación, sólo atinaron a pedirle que “si estaba curada, bajara de la cama y se arrodillara ante el retrato de Rosselllo para agradecer la curación”. Y así fue. El primer milagro de la fundadora del Misericordia se había consumado.

El Papa Pío XI (1857-1939) fue el encargado de ordenar la beatificación de Josefa Rossello, luego de la milagrosa sanación en el Colegio Nuestra Señora de la Misericordia de La Plata. Una vez comprobado el hecho sobrenatural se sucedieron tres milagros más en Italia que no sólo ratificaron la beatificación sino que posibilitaron la canonización de Rossello el 12 de junio de 1949 en manos de Pío XII.




Otros milagros ocurrieron en 11 y 51, donde actualmente se encuentra el Colegio San José, fundado en 1902 por San Miguel Garicoits.

Angela Zanini, religiosa de la Sociedad de María consagrada a la educación de niñas sordomudas que funcionaba en 11 y 51, padecía desde hacía dos años de un fibroma con dolores viscerales que la tenía postrada en cama, en grave estado de salud.

Con la esperanza de salvarla,
las religiosas y las niñas de la casa imploraban al Padre Garicoits. El 9 de julio de 1936, no pudiendo conciliar el sueño a causa del dolor, Zanini invocó al Santo con mayor confianza, y este apareció en medio de una suave luz: “Hace tanto que me suplicas”, dijo el Santo. Y tras prometer salud para hacer mayor la gloria de Dios, agregó: “Pues bien, ya estás sana”. Luego sonrió, la bendijo y lentamente desapareció.

El segundo milagro atribuido a Garicoits también se realizó en el edificio de 11 y 51. Allí, Blanca Simioni, una niña de 10 años, era afectada por una gravísima infección de tifus, complicado con miocarditis y enterorragia, tóxica y orgánica.

Sin esperanzas de curación posible, sus padres, aconsejados por el médico, comenzaron una novena al Padre Garicoits, aplicándole una reliquia a la enferma. El 17 de mayo de 1935 la vida de la niña se esfumaba.Y en medio de constantes rezos, la pequeña quedó curada ante el asombro de los médicos, que no pudieron determinar las causas de la sanación.




Fotos:
1. Sor María Ludovica.
2. Sor María Ludovica en el Hospital de Niños.
3. Hospital de Niños de La Plata “Sor María Ludovica”.
4. Sor María Ludovica.
5. Placa de Sor María Ludovica en el Cementerio de La Plata.
6.
Josefa Rossello.
7.
San Miguel Garicoits.
8.
Foto antigua del Colegio San José de La Plata.
9.
Escultura de San Miguel Garicoits en 11 y 51.

Fuentes:
“Curaciones milagrosas”, Diario Hoy, 4/10/2004
“La Plata, una ciudad bendecida por diversos milagros”, Diario Hoy, 12/10/2004